LOS RIESGOS DEL USO DEL MICROONDAS


Las investigaciones más significativas sobre los efectos de las microondas datan de la primera mitad del siglo XX y provienen de Alemania y Rusia
El primer estudio fue realizado por los alemanes durante la campaña militar de Barbarossa, entre 1942 y 43 en la Humbolt-Universitat de Berlín.
Hasta el final de la Guerra Fría y desde 1957 científicos rusos llevaron a cabo sus trabajos en el Instituto de Radio Tecnología de Kinsk, en la Región Autónoma de Bielorusia y en el Instituto de Radio Tecnología en Rajasthan, en la Región Autónoma Rossiskaja, ambas en la antigua URSS.
En la mayoría de los casos, los alimentos usados para los análisis de investigación fueron expuestos a propagación de microondas a un potencial energético de 100 kilovatios/cm3/segundo, hasta el punto considerado aceptable para consumo humano normal. Los efectos observados tanto por alemanes y rusos son: Efectos que producen cáncer. Destrucción de los nutrientes de los alimentos. Efectos biológicos de la exposición.
Además detectaron los siguientes efectos segundarios:
1. Desintegración del campo de energía vital humana en aquellos que fueron expuestos a hornos microondas durante la investigación, con efectos secundarios sobre el campo energético humano de creciente y más larga duración.
2. Degeneración de los paralelos de voltaje celular durante el proceso de utilización del aparato, especialmente en sangre y zonas linfáticas.
3. Degeneración y desestabilización energética en la utilización del alimento dentro de los procesos metabólicos humanos.
4. Degeneración y desestabilización de la capacidad de la membrana celular interna durante la transferencia de procesos catabólicos al suero sanguíneo desde el sistema digestivo.
5. Degeneración e interrupciones de los impulsos eléctricos nerviosos dentro del cerebro (la porción frontal del cerebro donde reside el pensamiento).
6. Degeneración y destrucción de circuitos nerviosos eléctricos y pérdida de la simetría del campo energético en los plexos nerviosos tanto en la parte anterior como posterior de los sistemas nerviosos centrales y autónomos.
7. Pérdida de equilibrio y circulación de las fuerzas bioeléctricas dentro del sistema de activación reticular ascendente (el sistema que controla la función de conciencia).
8. Pérdida acumulativa a largo plazo de energía vital en humanos, animales y plantas localizadas dentro de un radio de 500 metros del equipo operativo.
9. Efectos residuales de larga duración [es decir, permanentes] de "depósitos" de magnetismo se localizaron a lo largo de todo el sistema nervioso y linfático.
10. Desestabilización e interrupción de la producción de hormonas y del mantenimiento del equilibrio hormonal en sujetos femeninos y masculinos.
11. Niveles marcadamente más elevados de alteración de ondas cerebrales en los patrones de señal de onda alfa, theta y delta en personas expuestas a campos de emisión de microondas.
12. Debido a esta alteración de las ondas cerebrales, se detectaron efectos fisiológicos negativos, incluyendo pérdida de memoria, pérdida de la capacidad de concentración, supresión del umbral emocional; enlentecimiento de los procesos intelectuales y episodios de sueño interrumpido en un porcentaje estadísticamente mayor de individuos expuestos de manera continuada a los efectos de campos de emisión de aparatos de microondas, tanto si se trata de aparatos para cocinar o de estaciones de transmisión.
En el diminuto pueblo de Wattenwil, cerca de Basilea en Suiza, vive allí un científico que está alarmado de la falta de pureza y naturalidad en las muchas ocupaciones de humanidad moderna. El Dr. Hans Ulrich Hertel, que en la actualidad está jubilado, trabajó como un científico de alimentos durante varios años en una de las grandes compañías de alimentos suizas que hacen negocio a escala global. Lo despidieron por cuestionar los procedimientos en el procesamiento de los alimentos ya que ellos los desnaturalizaban.
Hans Hertel es el primer científico en concebir y llevar a cabo un estudio de calidad en los efectos del microondas sobre los nutrientes en la sangre y la fisiología de los seres humanos. Este pequeño pero bien controlado estudio, dejó al descubierto la fuerza degenerativa del horno microondas y la comida producida en ellos. La conclusión estaba clara: los microonda al cocinar cambian los nutrientes de tal manera que los cambios se manifiestan en las sangre de los consumidores; no se trata justamente de cambios saludables, son cambios que pueden causar el deterioro del sistema humano.
"El mundo necesita nuestra ayuda", decía Hans Hertel a Tom Valentine en un resort hotel de Todtmoss de Alemania. “Nosotros, los científicos, tenemos la responsabilidad mayor por las presentes condiciones inaceptables. Es por consiguiente nuestro trabajo el corregir esta situación y traer el remedio al mundo. Estoy esforzándome por devolver al hombre y la tecnología en la armonía con la naturaleza. Podemos usar tecnologías maravillosas sin violar la naturaleza."
Trabajando con Bernard H. Blanc del Instituto Federal de Tecnología Suizo y el Instituto Universitario para la Bioquímica, Hertel no sólo concibió el estudio y lo llevó a cabo, él fue uno de los ocho participantes.
Fueron seleccionados 7 individuos que fueran macrobióticos estrictos del Instituto Macrobiótico en Kientel, Suiza más Hertel y todos fueron alojados en el mismo ambiente de hotel durante ocho semanas. Sin tabaco, alcohol ni sexo.
Un norteamericano, un canadiense y seis europeos en el grupo.
Hertel era el mayor con 64 años, los otros estaban entre 20 y 30 años.
Durante la experiencia en intervalos de dos a cinco días, los voluntarios recibieron una de las variantes de comida con estómago vacío. Las variantes de comida eran:
Leche cruda de una granja biológica .
La misma leche cocinada convencionalmente.
Leche pasteurizada de Intermilk Berna.
La misma leche cruda cocinada en un horno microondas.
Verduras crudas de una granja orgánica.
Las mismas verduras cocinadas convencionalmente.
Las mismas verduras congeladas y descongeladas en microondas.
Las mismas verduras cocinadas en el horno microondas.
Las muestras de sangres se tomaron a cada voluntario antes de comer.
Luego se tomaron muestras de sangre a intervalos definidos después de comer o beber el menú descripto.
Entre los voluntarios que consumieron alimentos cocinados microondas se registraron: Disminución en todos los valores de la hemoglobina y del colesterol, sobre todo el HDL (el colesterol bueno) y LDL (el colesterol malo) cambiando valores y proporción.
Disminución de linfocitos (glóbulos blancos) a corto plazo.
Indicadores poco recomendables para una buena salud, que llevan a la degeneración.
Las microondas producidas son basadas en el principio de corriente alterna.
Obligan a los átomos, moléculas y células golpeadas por esta fuerte radiación electromagnética a invertir su polaridad 1 a 100 mil millones de veces por segundo.
No hay ningún átomo, moléculas o células de cualquier sistema orgánico capaz resistir tal violento impacto por algún período de tiempo largo, ni siquiera en el rango bajo de energía.
De todas las sustancias naturales qué son polarizadas, el oxígeno de las moléculas de agua reacciona de forma mucho más sensible. Esto es cómo el calor de cocción del microondas es generado desde esta violencia en la molécula de agua. Se rompen las estructuras de moléculas separándolas, las moléculas son enérgicamente deformadas (llamado isomerismo estructural) y así se dañan en calidad.
Por la fuerza involucrada, las células se rompen, estas células dañadas son presa fácil para los virus, hongos y otros micro-organismos. Sus defensas se suprimen y se adaptan a un estado de emergencia energética donde cambian de la respiración aeróbica a la respiración anaeróbica pasando en lugar de producir agua y anhídrido carbónico, a producir peróxido de hidrógeno y monóxido de carbono.
Al calentar convencionalmente la comida el calor se transfiere por convección desde afuera hacia adentro. Cocinando con las microondas comienza dentro de las células y moléculas dónde el agua está presente y donde la energía se transforma en calor por fricción.
La misma violenta fricción que puede ocurrir en nuestros cuerpos cuando nos sometemos a un radar o microondas, le sucede a las moléculas en los alimentos cocinados en un horno microonda. De hecho, cuando alguien usa el microondas con su comida, el horno ejerce una descarga de energía de aproximadamente 1,000 watts o más. Esta radiación produce la destrucción y deformación de las moléculas de los alimentos y la formación de nuevos compuestos (llamados compuestos radiolíticos) desconocidos para el cuerpo humano y la naturaleza.
Otros especialistas dicen que los alimentos sometidos a microondas tienen los mismos valores radiolíticos que asados, fritos u otras formas convencionales para cocinarlos -pero el microondas produce más de estos.
Ni la ciencia, ni los gobiernos ha llevado a cabo pruebas en la sangre de los que ingieren diferentes tipos de preparación de los alimentos. Tampoco el establishment ha sabido dar respuesta científica a los efectos aparentemente tóxicos de cocinar con microondas.
Hertel y su grupo lo probaron y la indicación está clara que algo está errado.

Tom Valentine escucho en Mayo de 1989 un anuncio de Familias Jóvenes, el servicio de extensión de la Universidad de Minnesota, el mismo decía:
"Aunque los microondas calientan la comida rápidamente, no es recomendada para calentar las mamaderas de un bebé", dijo el anuncio. "Calentando la mamadera en un microonda puede causar cambios ligeros en la leche. En las fórmulas infantiles, puede haber una pérdida de algunas vitaminas. Expresamente, en la leche materna, algunas propiedades proteccionista pueden destruirse."
Valentine se preguntó: Si una institución establecida como la Universidad de Minnesota puede advertir sobre la pérdida de calidades de particulares nutrientes en la formula o en la leche materna puesta en un horno microondas, entonces, alguien debe saber algo sobre los microondas que ellos no están contándole a todos.
En 1991, se filtró la información sobre un juicio en Oklahoma.
Una mujer llamada Norma Levitt se operó una cadera, solamente para ser asesinada por una simple transfusión de sangre ya que una enfermera ¡"calentó la sangre de la transfusión en un horno microondas"!.
¡La sangre para las transfusiones se calienta rutinariamente pero no en los hornos microonda! En el caso de la Sra. Levitt, las microondas alteraron la sangre y eso la mató.
Si calentar o cocinar es lo mismo, no importa qué tecnología para ello se usa.
Sin embargo, queda claro que hay mucho más por saber en calentar o cocinar en microondas que nos han llevado a creer.
¿No hace pensar por consiguiente que esta forma de calentar provoca de hecho "algo diferente" en las substancias que están calentando? ¿No es prudente determinar que es ese "algo diferente" que podrían provocar?
Ese mismo año, el Dr. Hertel y un profesor de Universidad de Lausana publicaron un artículo de investigación en el que decían que los alimentos cocidos en hornos microondas podían suponer un mayor riesgo para la salud que aquellos cocinados con métodos convencionales.
En el número 19 del "Journal Franz Web", fué publicado un artículo en el que se aseveraba que el consumo de alimentos cocinados en hornos microondas tenía efectos cancerígenos sobre la sangre.
Apenas los Dres. Hertel y Blanc publicaron sus resultados de su estudio, las autoridades reaccionaron. La Asociación Suiza de Comerciantes y Empresarios de Aparatos Eléctricos de Uso Doméstico, conocido como FEA, golpeó primero en 1992.
Forzaron al Presidente del Tribunal de Seftigen, Cantón de Berna, a emitir una orden de silencio contra los doctores Hertel y Blanc. En Marzo de 1993, el Dr Hertel fue condenado por "interferir con el comercio" y se le prohibió publicar los resultados de sus estudios. El Dr. Hertel mantuvo postura y fue prohibido durante años.
Más tarde esta decisión fue revertida por una sentencia dictada en Estrasburgo, Austria, el 25 de agosto de 1998. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos, sostuvo que la decisión tomada en 1993, constituía una violación de los derechos del Dr. Hertel.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos también decidió que la orden de silencio librada por el Tribunal Suizo en 1992 contra el Dr. Hertel, en la que se le prohibía declarar que los hornos microondas eran peligrosos para la salud humana, era contraria al derecho de libertad de expresión. Además, sentenció a Suiza a compensar económicamente al Dr. Hertel.
Los fabricantes de hornos microondas insisten en que los alimentos irradiados y cocinados en microondas no tienen ningún incremento significativo en compuestos radiolíticos en comparación con los alimentos cocinados, horneados o procesados por métodos convencionales.
La evidencia clínica científica demuestra que es sencillamente una mentira.
¿No es extraño que en Estados Unidos, ni las universidades, ni el estado federal han llevado a cabo pruebas sobre los efectos que tiene en nuestro cuerpo comer alimentos cocinados en microondas?.
Investigaciones rusas publicadas por el Atlantis Raising Educational Center de Portland, Oregon llegaron a las siguientes conclusiones:
1) Se formaron carcinógenos virtualmente en todos los alimentos testados.
2) Ningún alimento fue expuesto a más cocción por microonda que la necesaria para conseguir el propósito, es decir, cocinar, descongelar o calentar. Esto es un resumen de los resultados:
a) Exponer a la acción del microondas carnes preparadas durante el tiempo necesario para asegurar un consumo adecuado provocó la formación de nitrosaminas, un conocido carcinógeno.
b) Exponer a la acción del microondas leche y granos de cereales convirtió algunos de sus aminoácidos en carcinógenos.
c) Descongelar fruta congelada convirtió su contenido de glucósidos y galactósidos en sustancias carcinógenas.
d) Una exposición extremadamente breve de vegetales crudos, cocidos y congelados convirtió los alcaloides en carcinógenos.
e) En plantas expuestas a la acción del microondas, especialmente vegetales raíz, se formaron radicales libres carcinógenos.
3) Los científicos rusos informaron de una marcada aceleración en la disminución del valor alimenticio de entre 60 y 90% en todos los alimentos testados.
Observándose cambios como:
a) Disminución de la biodisponibilidad del complejo de vitamina B, vitamica C, vitamina E, minerales esenciales y factores lipotrópicos en todos los alimentos testados.
b) Distintas clases de daño en varias sustancias de las plantas, tales como alcaloides, glucósidos, galactósidos y nitrilósidos.
c) Degradación de las nucleoproteínas en carnes.
4) Investigando entre miles de trabajadores que habían sido expuestos a microondas durante el desarrollo del radar en los años 1950. Los resultados mostraron problemas de salud tan serios que los llevó a establecer límites tan estrictos como 10 micro-vatios de exposición para trabajadores y 1 micro-vatio para civiles.
La Dra. Lita Lee en su libro "Health Effects of Microware Radiation-Microwave Ovens" (Efectos sobre la salud de la radiación de microondas y los hornos microondas), como en artículos publicados en 1991 en "Earthletter", afirmó que todo horno microondas suelta radiación electromagnética, daña el alimento y convierte las sustancias cocinadas en él en productos tóxicos orgánicos peligrosos y carcinógenos.
Según la Dra. Lee, los cambios se observan en la química de la sangre y en el índice de ciertas enfermedades entre los consumidores de alimentos expuestos a microondas. Los síntomas mencionados pueden fácilmente ser causados por las siguientes observaciones:
1) Desórdenes linfáticos, que conducen a una disminución de la capacidad de prevenir determinado tipo de cánceres.
2) Incremento en el índice de formación de células cancerígenas en la sangre.
3) Aumento en el índice de cánceres de estómago y de intestino.
4) Índices más altos de desórdenes digestivos y un deterioro gradual de los sistemas de eliminación.
Diez razones para tirar tu horno microondas.
Las conclusiones de los estudios científicos clínicos suizos, rusos y alemanes, no nos permiten seguir ignorando el horno microondas que está en nuestra cocina. Basados en esta investigación, concluiremos este artículo con lo siguiente:
1. El consumo continuado de alimentos procesados en horno microondas causa daño cerebral permanente a traves de poner en cortocircuito los impulsos eléctricos en el cerebro (despolarizando y desmagnetizando el tejido cerebral).
2. El cuerpo humano no puede metabolizar los productos desconocidos que se crean en los alimentos expuestos a microondas.
3. El consumo continuado de alimentos procesados en horno microondas detiene y/o altera la producción de hormonas femeninas y masculinas.
4. Los efectos de los nuevos productos formados en alimentos expuestos a microondas son permanentes en el cuerpo humano.
5. Se reducen o alteran los minerales, vitaminas y nutrientes de todos los alimentos procesados en microondas de forma que el cuerpo humano se queda con poco o nada, o absorbe compuestos alterados que no pueden asimilarse.
6. Los minerales de los vegetales, cuando se los cocina en horno microondas, se convierten en radicales libres cancerígenos.
7. Los alimentos procesados en microondas causan crecimientos cancerosos en el estómago y los intestinos. Esto puede explicar el rápido incremento en la tasa de cáncer de colon en América.
8. El consumo prolongado de alimentos procesados en microondas causa un aumento de células cancerosas en la sangre humana.
9. El consumo continuado de alimentos procesados en microondas causa deficiencias en el sistema inmune a través de alteraciones en la glándula linfática y suero sanguíneo.
10. El consumo de alimentos procesados en microondas provoca pérdida de memoria, de concentración, inestabilidad emocional y reducción de la inteligencia.
¿Ya has tirado tu microondas?
Después que lo hayas hecho, puedes usar un horno eléctrico en su lugar. Va bien en la mayoría de los casos y es casi tan rápido.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No tenía mucho conocimiento de esto, realmente estoy muy preocupada, no cocino mucho en el micro pero si caliento a diario las comidas en él, todo lo explicado se vale tanto para calentar como para cocinar? se provocará el mismo daño?

Yoyó dijo...

Estoy viendo que todo el mundo copia y pega el mismo artículo. No dudo de la veracidad de lo que decis, pero cuando solo hay una fuente que respalda algo pierde un poco de rigor y fuerza la argumentación. Gracias