LOS 100 DIAS DE OBAMA:
¿MORDIMOS EL ANZUELO OTRA VEZ?


Los habitantes de todo el planeta nos emocionamos con la llegada del primer afrodescendiente a la Casa Blanca porque a pesar de las decepciones el ser humano siempre cree que “Si se puede”.
Entonces pensamos que el espíritu de JFK y de Martin Luther King eran los que inspiraban y protegían al entonces joven senador demócrata.
Tras los primeros 100 días de la presidencia de Barack Obama es tiempo de pasar raya para evaluar lo prometido y lo cumplido. Pero lo más importante es ver cuanto del cambio que dijo esta administración iba a realizar ha llegado a concretar.
Según Politifact.com de St. Petersburg Times ganador del Premio Pullitzer 2009, Obama realizó en campaña 514 promesas para desarrollar en su gobierno de las cuales hasta el momento no ha tomado ninguna acción con 408 de ellas, ha puesto en marcha 63, ha mantenido la promesa en 27, asumió un compromiso con 7, rompió 6 promesas y 3 de ellas están estancadas.
La promesa más importante que ha mantenido en pie y uno de los logros más importantes de estos 100 días es la de invertir en todos los tipos de energía alternativa. "Vamos a invertir en investigación y desarrollo de cada forma de energía alternativa - solar, eólica, los biocombustibles" dijo durante la campaña.
Los U$S 787.000 millones de estímulo económico para este proyecto de ley, que Obama elevó al Congreso en febrero, incluye miles de millones de dólares para energía alternativa. Además aseguró que "se duplicará la cantidad de energía renovable producida en los próximos tres años".
El proyecto de ley crea una Autoridad de Energía Limpia de Finanzas para las empresas de energía a través de garantías de préstamos y otras ayudas financieras. También cuenta con U$S 2.500.000 para la investigación y el desarrollo de fuentes alternativas de energía, incluyendo U$S 800.000.000 para proyectos de biomasa y U$S 400.000.000 para proyectos geotérmicos, además de U$S 1.250.000 para la investigación solar y del viento.
Barack Obama desea un nuevo acuerdo sobre el calentamiento global que evite la repetición del fiasco del Protocolo de Kioto.
Todd Stern, dijo que Estados Unidos se guiará por una mezcla de “ciencia y pragmatismo” mientras contribuye a elaborar este año un nuevo acuerdo para controlar las emisiones de gases de efecto invernadero.
La negativa estadounidense a incorporarse al plan para reducir emisiones suscitó agudas críticas internacionales y provocó la impresión de que el gobierno del ex Presidente Bush se oponía a la cooperación mundial y la preservación ambiental.
Estados Unidos firmó en 1997 el Protocolo, pero ni Bill Clinton y George W. Bush lo ratificaron luego hasta 2001 cuando Bush se retiró argumentando “que la aplicación del Protocolo es ineficiente e injusta al involucrar sólo a los países industrializados y excluir de las restricciones a algunos de los mayores emisores de gases en vías de desarrollo (China e India en particular), lo cual considera que perjudicaría gravemente la economía estadounidense.”
Hoy Obama propone comenzar de cero.
La promesa rota más importante ha sido la de endurecer las normas contra los “lobbystas”. Durante la campaña el actual Presidente habló firmemente contra los grupos de presión de Washington y dijo: "vamos a decirle a Washington, y sus grupos de presión, que sus días de fijar el orden del día han terminado. No han financiado mi campaña. Ellos no van a correr de mi Casa Blanca."
Le hablaba a los mismos grupos de poder que en cada campaña son señalados como villanos, que son parte de la estructura permanente del poder en Washington, que han sobrevivido y prosperado a pesar de la retórica de todos los candidatos.
Pero en política ninguna promesa es una garantía y para violar una promesa existe la palabra exepción. Las exenciones son concedidas por la propia administración y Obama es más que la administración. Obama eligió a William Lynn como Subsecretario de Defensa. Lynn es un destacado ex lobbista del contratista militar Raytheon y a Tim Geithner un ex lobbysta de Goldman Sachs como Secretario del Tesoro.
El enfoque de Obama contra los grupos de poder representa una visión demasiado “idílica” sobre Washington para un Presidente por más joven que este sea, o se trata solo de una cortina de humo solo para decirle su pueblo lo que este quiere escuchar.
Lo cierto es que una vez en el cargo, Obama parece haber decidido que todos los grupos de presión no son malos. De hecho, ya algunos están trabajando a su lado.
Hay cuestiones que se cambian en 100 días o en 100 años, todo es cuestión de voluntad.
Bienvenidos a Washington, el Mr. Presidente.

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