Es probable que las principales causas del fenómeno del alza de precios, es decir, el elevado costo de la energía y los fertilizantes, la demanda por cultivos de alimentos en la producción de biocombustibles y la baja existencia de alimentos, sigan produciéndose en el corto plazo.
Según las proyecciones, los precios de la energía y los fertilizantes seguirán siendo altos. El precio de los fertilizantes ya ha aumentado 150% en los últimos cinco años. Esto es muy importante, debido a que el costo de un fertilizante representa entre 25% y 30% del costo total de la producción de cereales en Estados Unidos (que abastece 40% de las exportaciones mundiales de cereales).
También hay probabilidades de que aumente la demanda por biocombustibles. Una cuarta parte del cultivo de maíz en Estados Unidos (11% del cultivo mundial) se destinó a la producción de biocombustible este año y Estados Unidos provee más de 60% de las exportaciones de maíz en el mundo. Cabe destacar que Estados Unidos, una de más de 20 naciones que requieren el uso de biocombustibles, acaba de duplicar su mandato sobre biocombustibles para antes de 2015.
"El aumento repentino en el uso de biocombustibles empeora aun más las cosas ya que agrega una alta demanda además de los elevados precios y la baja existencia”, señaló Mitchell, “El etanol y el biodiésel que se producen en Estados Unidos y la Unión Europea tampoco parecen cumplir con la promesa 'verde', lo que genera gran polémica sobre el tema”.
Además, el superávit de capacidad de producción es escaso. Las tierras “reservadas” en la Unión Europea, cuyo fin original era mantener bajo el superávit, ya han entrado en producción. Y las tierras para reservas de conservación en Estados Unidos producirían poco, aun suponiendo que se aplicara la legislación que las convierte en tierras productivas.
Las implicaciones para el comercio.
No obstante, los alimentos más costosos romperán el balance comercial de relativamente pocos países, debido a que la mayoría se sentirá en gran parte compensada por las ganancias en otras exportaciones de productos básicos. Entre los países más afectados se encuentra Jordania, Egipto, Gambia, Lesotho, Djibouti y Haití.
En cuanto al panorama mundial, el alto precio sostenido de los alimentos hará que los países ricos deseen reducir sus subsidios agrícolas y las perspectivas de una exitosa Ronda Doha podrían mejorar. La política comercial, que alguna vez fue motivada por el superávit de alimentos, enfrenta ahora circunstancias inversas.
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