EL PROGRESISMO IMPERIALISTA


El Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, decidió “entrar en negociaciones” con la empresa francesa Dessault para adquirir 36 aviones de combate.
Como contrapartida, Francia se comprometió a comprar diez aeronaves de transporte militar, fabricadas por la Empresa Brasileña de Aeronáutica, Embraer.
Se trata de un negocio estimado en US$4.000 millones.
Lula dijo que aún faltaba discutir los “pormenores” con sus ministros.
Sarkozy también evitó dar más detalles del acuerdo.
Ya Brasil en Diciembre de 2008 acordó comprar a París cuatro submarinos convencionales Scorpene y 50 helicópteros EC-725, y ambos países se comprometieron a construir conjuntamente un submarino nuclear.
El gobierno brasileño no aclaró si con este principio de acuerdo quedan fuera de la disputa la empresa estadounidense Beoing y la sueca Saab, que competían con Dessault por la licitación para la compra de los aviones caza.
El presidente Lula declaró su “preferencia” por la empresa francesa, ya que ésta ofrecía la oportunidad de transferir tecnología a Brasil.
El anuncio llegó como una sorpresa, ya que originalmente la visita de Sarkozy tenía como objetivo formalizar los contratos militares firmados en diciembre pasado, por valor de US$12.000 millones.
Lula señaló que el objetivo es cuidar el territorio.
Citó la Amazonia y los nuevos hallazgos petrolíferos –conocidos como la capa presal- para justificar los nuevos acuerdos en el área de Defensa.
“El petróleo ya fue motivo de muchas guerras y no queremos ninguna guerra y ningún conflicto”, dijo.
En un minuto en el Amazonas se talan 2.000 árboles, el equivalente a 8 campos de fútbol.
En los últimos 30 años se ha perdido una extensión más grande que todo el territorio de Chile.
Más de 70.000 kilómetros cuadrados de la selva amazónica, una superficie similar a todo Panamá, ha desaparecido desde que el progresista Lula es Presidente de Brasil.
El Estado de Amazonas tiene una superficie similar a la de 11 países europeos, entre ellos Francia, Alemania y todo el Reino Unido.
Allí viven 3.000.000 de personas con salarios inferiores a U$S 100 mensuales, sin educación ni esperanza. Pero con explotación asegurada.
Sus habitantes parece que aún no se enteraron que se abolió la esclavitud.
Sus patrones se hacen cargo del viaje, el alojamiento, la alimentación y su ropa de trabajo que a fin de mes descuentan de su salario.
Y todo esto sin ninguna injerencia extranjera que no fuera aprobada por Brasilia.

"No busques al enemigo afuera de la frontera
el enemigo esta dentro usa gorra y cartuchera
el enemigo del pueblo tiene un socio en esta guerra
el que acabó con los indios pa' quedarse con la tierra".
Facundo Cabral.

1 comentario:

Anónimo dijo...
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