
Para auténticamente cambiar es necesario primero reconocer nuestro verdadero ser.
Es importante responderse a la pregunta ¿Quién soy yo?, y saber que no sólo somos la ropa que vestimos, la imagen que proyectamos, los cuerpos que nos envuelven sino que somos la esencia divina, el espíritu, parte que nos conecta con el Todo.
Tener conciencia del Yo, de la esencia del espíritu, nos hace vivir la vida de manera diferente. Desapegándose de lo que esta pasando para elevarse y focalizarse en el verdadero "quien soy", cambiando la forma de ver a los demás, la forma de ver la realidad.
Se ve y vive la vida desde un ángulo ilimitado, conectado a todo.
Dios está cerca, dentro mío, tú lo tienes, yo lo tengo, hay que recordarlo, ser concientes, dejarlo fluir. No para transformarse en hombres o mujeres persiguiendo la Luz, estando dentro de la Luz, teniendo la Luz y siendo Luz.
Aprendamos a vivir en función de la realidad de nuestro verdadero ser llamado también Yo Soy, Esencia Divina, Hijo de Dios, Chispa Divina, Parte que nos conecta con El Todo, Maestro Interior, Conciencia, Espíritu, Potencialidad Pura, Observador.
Cuando somos conciente de ese propio Ser, de esa Potencialidad Pura, descubrimos Poder ilimitado, Potencial, Fuerza Natural, Energía Pura, Conciencia Pura, Verdadera Esencia, Realidad Ultima o Primera, estamos conectados a la Mente Suprema, a la Fuente Universal y tenemos poder, somos hacedores, teniendo la capacidad de cambiar y realizar nuestros sueños y deseos.
Por eso la invitación, entra a Tu interior y Descubre quién eres, no eres tu mente, eres tu quien gobierna tu mente, aprendamos a conocer y confiar en nuestro poder interior. Soy uno con la Presencia y el Poder de Dios.
Somos mucho más que nuestra personalidad, nuestros problemas, somos Luz y la Sabiduría reside en nuestro interior. El poder interior está a nuestra disposición. Todos estamos conectados con los demás seres del Planeta y con toda la vida.
Todos somos espíritu, Luz, Energía, Vibración y Amor, todos tenemos el poder de vivir nuestra vida con finalidad y sentido.
Al ser conciente de mi ser tengo más conciencia, comprendo que soy más de lo que parezco, comprendo que la realidad vivida es otra a la que parece, la cual es Maya o ilusión. Aprendo a valorarme, con mi naturaleza divina y saber que tengo el poder, la fuerza y la sabiduría dentro de mi para afrontar las lecciones de la vida.
Al ser conciente del ser se tiene libre albedrío, se abren miles de posibilidades en las que uno puede decidir o elegir y así uno puede cambiar su destino; puede decidir ser feliz.
Tener conciencia del ser me ayuda a expresar mi Yo puro, a cambiar, a desarrollar a través del fluir de las energías, de la Luz, del Espíritu a la conciencia, a los cuerpos, y así elevar nuestra vibración y transformarnos.
Me ayuda a ver el mundo diferente, las cosas que nos pasan y responder con otras actitudes, sabiendo que el miedo es ilusión, estando más allá de la dualidad.
Me ayuda a vivir en función del espíritu y no del ego.
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