¿POR QUÉ ES IMPORTANTE CAMBIAR?


La vida es una oportunidad de cambiar, es una escuela donde aprendemos, venimos a evolucionar, a desarrollarnos, a ser mejores; ese es nuestro objetivo o finalidad.
Estamos en una escuela, tenemos lecciones y cambios que asumir.
Estamos para aprender, sanar, cambiar, desarrollar en nuestro proceso evolutivo. De menos a mas, siempre de manera ascendente.
En estos momentos se nos está acelerando en este proceso de cambio, por el momento de ascensión que pasa el planeta somos irradiados con energías que aceleran nuestro campo de frecuencias vibratorias hasta el nivel físico. Todos de alguna manera estamos sintiendo y viviéndolo en nuestros cuerpos, en nuestros estados de ánimos y en nuestras circunstancias.
Es una oportunidad de evolucionar de manera más integral, más rápida, este cambio es decisivo, de todas maneras se da.
Es una oportunidad para aprovechar.
Para muchos no sólo se pasara de Tercera a Cuarta si no a Quinta o a Sexta a más. Las personas tenemos diferentes formas de caminar en esta vida, diversos temperamentos y procesos evolutivos, pero todos cambiamos, evolucionamos; y hay que respetar el proceso de cada quien. Lo que le sirve a cada uno de repente no al otro, cada quien tiene que encontrar aquello que le es mas accesible, cerca de él que le sea afín, de manera que pueda incorporarlo a su propio proceso de cambio o transformación.
Es bueno analizar, investigar ponerlo a consideración, verificar experimentar.
Para muchos es más fácil de esta manera y para otros es más difícil.
Se puede cambiar por presión: En los acontecimientos de la vida, por ejemplo crisis, enfermedades, situaciones laborales, económicas, etc. que nos obligan a desarrollar cualidades y a efectuar cambios para superar esta situación.
Se puede cambiar por conciencia: Cuando por comprensión nos damos cuenta de aquellas cualidades que tenemos que desarrollar y el proceso de cambio es voluntario.
El cambio es natural, se da como proceso evolutivo, es parte de nuestra naturaleza, todos los seres vivos mutan, se transforman, cambian. Y en nuestro caso es inherente el despertar de nuestras cualidades espirituales y manifestarse en nuestra realidad.
Es natural y por el momento que pasa el planeta se ha acrecentado esta fuerza y energía a cambiar.
El cambio nos traslada de un estado de menos a más siempre en forma ascendente a lograr nuestro mayor bien, se obtiene más paz, armonía, equilibrio, dicha. El cambio nos hace ser más positivos, ser más Luz.
Nos hace desarrollar cualidades y con ellas crecemos como personas, somos mejores frente a las circunstancias de la vida, desarrollamos: la humildad, la fortaleza, la fe, la sabiduría el equilibrio, la solidaridad, la comprensión en los demás, el perdonar, el amor, entre otras. Cualidades que están en nosotros y que son de origen espiritual.
El cambio nos hace vivenciar la realidad espiritual, es decir, aplicar a las circunstancias de la vida los valores y cualidades despertados.
Nos permite hacer de Dios una realidad.
Se expresa el espíritu, la Luz, La Fuerza, la Energía Espiritual.
El cambio nos permite liberarnos del pasado, de viejas creencias, sentimientos, de energías discordantes y empezar algo nuevo, un estado diferente, vacío, para recepcionar nuevas posibilidades.
El cambio nos permite elevar vibraciones siempre más positivas, nos lleva al equilibrio; al alineamiento con nuestras propias energías y las cósmicas de ascensión existiendo una armonía entre cuerpo-mente y emoción.
Se da el fluir espiritual, es decir, expresamos a nuestro verdadero ser, el espíritu.
Al cambiar realizamos una transformación interior, cada uno a su ritmo y a su forma; lo importante es plasmar en el diario vivir los pequeños y grandes cambios. Somos mejores personas con nosotros mismos, con nuestros padres, hijos, familiares, vecinos y demás.
Al cambiar comprendemos el por qué de nuestros hechos, aprendemos la lección, tomamos conciencia y somos otra persona con nuevos horizontes. Si algo nos va mal afuera, en nuestro exterior, es un estímulo para cambiar por dentro. “Cambia y cambiarás tu alrededor”.
Pero hay veces en las que nos resistimos al cambio…
…Por miedo, inseguridad, estamos acostumbrados a vivir con límites que nos encuadran, salir es lo desconocido. Nos preguntamos ¿Cómo será?, ¿Me sentiré bien?, ¿Estaré solo?, creando en nosotros incertidumbre, incomodidad, temores, aprensión hacia el nuevo estado.
…Nos negamos, es decir tenemos una actitud del yo estoy bien, no tengo nada que cambiar o mejorar, él sí, el grupo sí, el país sí, nos justificamos, nos bloqueamos, nos cerramos ante la posibilidad de cambio.
…Proyectamos, echándole la responsabilidad de las situaciones o errores a otros. Yo no fui, ... fue Juan, ....es por la situación política, ....por la crisis mundial, etc.
…Postergamos diciendo: “lo hago después, ...cuando empiece a trabajar, ...cuando tenga más tiempo, ...cuando termine la Universidad”, etc, es decir, aplazamos siempre el hecho de asumir los errores y modificarlos.
…Evadimos; “sí, pero...”, vemos la necesidad de cambio, la afirmamos, pero siempre estamos buscando un pretexto para no realizarlo.
…Desestimamos; tomamos la actitud de que no es importante, de que no se puede, de que es difícil cambiar.
…Recreamos; siempre nos decimos “si voy a cambiar, por eso voy a misa, por eso medito…”, pero seguís igual en tu conducta y comportamiento, se tiene buenas intenciones pero no se concreta en los hechos.
…Nos barnizamos; cuidamos nuestra imagen ante los demás y nos llegamos a engañar a nosotros mismos.
…Nos reprimimos; y decimos que si estamos cambiando pero pasado un lapso de tiempo todo empeora. Ejemplo, el esposo que golpea a la esposa y decide ya no hacerlo más, pero pasado un tiempo, al no trabajar con su cólera, la está reprimiendo y vuelve a golpearla.
…La impaciencia; queremos lograr las cosas más rápido de lo que hacemos, de lo que sembramos, queremos cambios rápidos. La impaciencia es signo de resistencia al cambio.
¿Cuándo queremos cambiar?
- Cuando las circunstancias nos obligan, con problemas de salud, problemas afectivos, problemas familiares, problemas de trabajo, problemas de dinero, etc.
- Cuando lo decidimos, queremos, deseamos, somos concientes a la necesidad de cambio y nos aperturamos, fluimos, naturalmente vamos cambiando.
- Por efecto de trabajos y prácticas realizadas, meditaciones, visualizaciones, mantrams, servicio, estilos de vida diferentes, todo esto eleva nuestro nivel vibratorio y nuestra conducta cambia, vamos sintiéndonos con mayor paz y armonía.
Si no cambiás vos, no cambia nada…

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