REDUCIR EL CONSUMO DE SAL
EVITARIA MILLONES DE MUERTES
Reducir el consumo de sal a 6 gramos al día, lo que equivale a una cucharadita de café, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), podría reducir las muertes derivadas de la hipertensión entre 2,5 y 3 millones al año en el mundo. Así lo ha manifestado hoy el doctor Pedro Aranda, presidente de la Sociedad Española de Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial (SEH-LELHA), en una rueda de prensa con motivo de la celebración el próximo domingo del Día Mundial de la Hipertensión, bajo el lema "Sal e hipertensión arterial".
El doctor ha explicado que la sal juega un papel determinante en esta enfermedad que padecen 1.500 millones de personas en el mundo y 12 millones en España (un 35 por ciento de la población), y que es la responsable directa de 45.000 muertes anuales en nuestro país.
Además, se trata de una dolencia con tendencia a incrementarse y que cada vez afecta a más jóvenes por debajo de los 30 años y a la población inmigrante negra, especialmente sensible al sodio.
Se estima que tres de cada diez hipertensos lo son como consecuencia de un consumo excesivo de sal, de ahí que los profesionales insistan en la necesidad de poner en marcha medidas dirigidas a reducir su consumo entre la población.
El doctor Aranda ha pedido políticas de Estado dirigidas a los restaurantes y a las empresas manufactureras para que reduzcan la sal, "empezando por los fabricantes de pan", ya que el 75 por ciento del sodio que consumimos proviene directamente de los alimentos.
Existen estudios que demuestran que reduciendo la sal a los niveles aconsejados (6 gramos diarios) disminuiría la presión sistólica (valor máximo de la presión arterial) en 2,1 milímetros de mercurio y la diastólica -valor mínimo- en 0,2 mm.
Según el doctor Aranda, estos datos que pueden parecer modestos no lo son, ya que si los pacientes redujeran su presión sistólica en 3 mm, descendería significativamente el número de ictus e infartos.
La doctora Olga González, endocrino del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y secretaria de la junta directiva de SEH-LELHA, ha destacado que el principal problema de los hipertensos es que tienen otros riesgos añadidos, uno de ellos, el de la obesidad o sobrepeso.
Por ello, esta especialista recomienda, además de reducir el consumo de sal, bajar de peso, ya que por cada kilo que se pierde se reduce entre 1 y 2 mm de mercurio la presión arterial.
Por su parte, la doctora Nieves Martell ha destacado que el 85 por ciento de los pacientes no cumple las medidas higienicodietéticas recomendas y un 40 por ciento incumple la terapia farmacológica.
Por ello, ha insistido en la necesidad de informar al hipertenso de forma detallada e individualizada del alcance de la enfermedad y hacer que se implique, mantener un contacto permanente con él e individualizar la prescripción.
"Cualquier medida que lleva al paciente a recordar lo que tiene que hacer da resultado", ha señalado.
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