EL SOL, MAS QUIETO QUE NUNCA
Desde hace un siglo no se había visto tan poca actividad solar y los astrónomos están consternados.
Es el período más tranquilo del sol en los últimos cien años.
Según nuevas observaciones espaciales que serán presentadas durante la Conferencia Nacional Astronómica del Reino Unido, no se han visto manchas solares y ha habido muy pocas llamaradas.
Cada cambio en las propiedades físicas del sol, por pequeño que sea, puede tener un gran impacto en el clima y la vida de nuestro planeta, afirman los expertos.
El sol normalmente lleva a cabo un ciclo de actividad que dura 11 años.
En su momento de más actividad, un período conocido como máximo solar, la estrella experimenta mucha inestabilidad en su superficie aumentando la producción de materia y energía emitida al espacio, las llamadas llamaradas solares.
Y a esta actividad le sigue un período de calma.
El año pasado, se esperaba que hubiera un nuevo período de actividad.
Pero en lugar de esto, lo que se ha observado es el menor nivel de presión del viento solar en 50 años, el más bajo nivel de emisiones de radio en 55 años y la menor actividad de manchas solares en 100 años, dicen los astrónomos.
Tal como dijo a la BBC la profesora Louise Hara de la Universidad de Londres, no es claro porqué está ocurriendo esto o cuándo volverá el sol a su actividad normal.
Es muy emocionante porque nunca hemos visto algo similar en nuestra vida. Y tenemos a un telescopio en el espacio para estudiar al sol con extraordinario detalle
Profesor Richard Harrison
"No hay inidicios de que pronto saldremos de esta baja actividad", afirma la experta.
"Actualmente se están publicando investigaciones científicas que sugieren que dentro de poco volveremos a experimentar un período de actividad normal".
"Pero otros estudios sugieren que entraremos a otro período de mínimo solar. Así que hay un gran debate científico en estos momentos".
A mediados del siglo XVII, una temporada de mínimo solar -conocida como el Mínimo de Maunder- duró 70 años, y condujo a una "mini edad de hielo".
Debido a esto algunos científicos creen que un enfriamiento similar podría contrarrestar el impacto del cambio climático.
Sin embargo, tal como señala el profesor Mike Lockwood de la Universidad de Southampton, este punto de vista es demasiado simplista.
"Me gustaría pensar que el sol podría ayudar al bienestar de nuestro planeta pero desafortunadamente los datos muestran que no es así", afirma el científico.
El profesor Lockwood fue uno de los primeros investigadores que mostraron que la actividad solar había estado disminuyendo gradualmente desde 1985 y sin embargo, las temperaturas de la Tierra habían seguido aumentando.
"Si miramos detalladamente las observaciones, nos damos cuenta de que el nivel de actividad solar llegó a su punto máximo en 1985 y lo que estamos viendo es una continuación de la tendencia a la baja (en actividad solar) que ha estado ocurriendo durante dos décadas", señala el investigador.
"Si la poca actividad solar tuviera un efecto de enfriamiento en la Tierra, actualmente ya lo hubieramos observado", agrega.
El profesor Lockwood cree que además del ciclo solar de 11 años hay una oscilación solar subyacente que dura cientos de años.
El experto afirma que 1985 marcó el "gran máximo solar" en este ciclo de largo plazo y que el Mínimo de Maunder marcó su nivel más bajo.
"Ahora estamos entrando en un punto medio después de un período en el que se ha visto al sol en su 10% máximo de actividad", afirma el científico.
"Y creo que pasarán más de cien años antes de que podamos ver a la estrella con una actividad como la del Mínimo de Maunder".
El profesor Lockwood no cree que la actual atenuación de la actividad solar vaya a revertir el aumento de las temperaturas globales de la Tierra provocado por la quema de combustibles fósiles.
"Lo que estamos viendo es un aumento en las temperaturas globales y el sol no nos está ayudando", afirma el investigador.
Nadie sabe cómo funciona el aumento y disminución de la actividad solar que se ha visto a través de los siglos.
Pero los astrónomos hoy en día tienen telescopios espaciales capaces de estudiar a nuestra estrella en detalle.
Según el profesor Richard Harrison, del Laboratorio Rutherford Appleton, en Oxfordshire, Inglaterra, este período de calma actual ofrece a los astrónomos una oportunidad única.
"Es muy emocionante porque nunca hemos visto algo similar en nuestra vida", dice el científico.
"Y tenemos a un telescopio en el espacio para estudiar al sol con extraordinario detalle.
"Con estos aparatos podemos observar ahora este período de actividad mínima de forma como nunca antes se ha podido hacer", agrega Harrison.
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