
Antiquísima expresión española, se entiende como sin medida ni orden y proviene del lenguaje de los leñadores.
Tochar equivale según el diccionario a "romper con violencia el tronco, tallo o ramas de un árbol o planta"; mochar o desmochar es quitar la parte superior de algo dejándolo mocho. La combinación de ambas torpezas arruina la mejor de las arboledas ya que impide que los ejemplares vuelvan a crecero los deja malheridos y deformes.
La primitiva idea de entrar a hachar sin consideración repartiendo golpes a diestra y siniestra se extendió a cualquier acto hecho sin medida.
El nuevo rico que malgasta cualquier suma en cualquier cosa, el violento que la emprende a trompadas contra cuanto se le pone por delante, son los mejores ejemplos de la práctica de despilfarro y destrozo. Entonces, es allí que "a troche y moche" se vuelve en la expresión más gráfica.
También es aplicable el término para ciertos gobernantes que gastan y piden más, gastan y piden más, gastan y piden más, gastan y piden más, gastan y piden más, gastan y piden más, gastan y piden más, gastan y piden más, gastan y piden más...
hasta que un buen día alguien les dice NO.
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