AL MUNDO LE FALTA UN TORNILLO:
SER COMO ELLOS


Por Eduardo Galeano.
Los indios, víctimas del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras, y siguen condenados a la negación de su identidad "diferente". Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y manera, se les sigue negando el derecho de ser. Al principio el saqueo y el "otrocidio" fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Ahora se cumplen en nombre del dios del Progreso.
Los doctores del Imperio moderno prefieren la Ilustración: para salvarlos de las tinieblas, hay que civilizar a los bárbaros ignorantes. Antes y ahora, el racismo convierte al despojo colonial en un acto de justicia.
El colonizado es un sub-hombre; capaz de superstición, pero incapaz de religión; capaz de folclores pero incapaz de cultura: el subhombre merece un trato sub-humano, y su escaso valor corresponde al bajo precio de los frutos de su trabajo.

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