HISTORIA DE LA NATIVIDAD


La historia que relata el nacimiento de un niño divino, un hijo de Dios, o un hijo del Sol nacido de una madre virgen se repite de forma muy parecida en todas las culturas Antiguas:
Hace 5000 años nació Krichna de una madre virgen, a pesar de que ya había tenido 8 hijos, llamada Devaki.
Jesucristo fue concebido sin pecado por otra madre virgen, María, por obra del Espíritu Santo hace 2000 años.
Ambos tuvieron que huir al ser perseguidos, por Kanza y Herodes respectivamente, y estos al no poder encontrarlos ordenaron la muerte de todos los recién nacidos varones de su reino.
Es a partir del equinoccio de otoño cuando los días se acortan hasta llegar al periodo de mayor oscuridad en la tierra, a partir del solsticio de invierno, la luz crece nuevamente hasta llegar al equinoccio de primavera a partir del cual el día es mayor que la noche.
En el solsticio de invierno ha sido la fecha en que desde la antigüedad todos los pueblos han celebrado el nacimiento de todos sus dioses solares , Adonis , Apolo, Horus , Krichna , Jesús ...etc., con su llegada en la Tierra los días se hacían cada vez más largos y las noches más cortas , eran portadores de la Luz a la tierra y a los hombres.
En aquellos días una estrella señalaba en el cielo el ESTE, el camino a seguir y con ello anunciaba el nacimiento del hijo de Dios.
Es la estrella de oriente llamada Sirio o Sothis, el hogar de Isis.
En aquel momento se encontraba muy cerca de ella la constelación de Orión, llamada también los tres Reyes, por las tres estrellas de su cinturón, que curiosamente están alineadas igual que las tres pirámides de Giza, dos en línea y la tercera Micerinos un poco desviada hacia un lado.
Las pirámides eran lugares de iniciación, primero en la cámara de la Reina o de la Madre.
En la cámara de la Reina de la pirámide de Keops hay una ventana, ¡que dicen que es un respiradero! , a través de la cual se veía en aquellos días la estrella de Sirio o Sothis el hogar de Isis y es que no debemos olvidar que nuestra primera gran iniciación nos la da nuestra propia Alma.
El aspirante a la iniciación pasaba después a la cámara del Rey o del Padre en donde introduciéndose en el sarcófago simbolizaba su muerte y posterior resurrección. En esta cámara del Rey hay también “un respiradero” desde donde curiosamente en aquellos días se veía la constelación de Orión, ese sarcófago es la caverna del corazón o el establo de Belén.
Los tres Reyes magos llevaron como ofrendas al recién nacido cosas tan extrañas para un niño como ORO INCIENSO Y MIRRA.
La naturaleza del hombre es triple, física emocional y mental que deben ofrecerse en sacrificio y adoración como dádiva voluntaria al “Cristo interno”:
ORO como símbolo de la naturaleza material que debe ser consagrado al servicio de Dios y del hombre.
INCIENSO simbolizando la naturaleza emocional con sus aspiraciones deseos y anhelos que deben elevarse, como el incienso, hasta los pies de Dios.
El incienso se utiliza también para purificar.
MIRRA o amargura relacionada con la mente por lo que se puede decir que la simboliza.
Por medio de la mente sufrimos y cuanto más progresa tanto mayor es la capa
-ciudad de sufrimiento, cuando comprendemos la causa del sufrimiento (que
no es otra que la separación de la Unidad) y se lo ofrecemos a Dios es cuando
realmente nos acercamos a Él, ofreciéndole ese maravilloso don de una
mente que ha alcanzado la sabiduría por el dolor y de un corazón que se ha
hecho bondadoso, comprensivo y compasivo consigo mismo y con los demás
por las zozobras y las dificultades superadas.
Un PORTAL o una PUERTA un UMBRAL o un PUENTE, es un lugar de paso en el que por un instante no estamos ni fuera ni dentro , en este caso es una comunicación entre dos estados de conciencia, sobre todo la posibilidad de acceso de uno a otro y atravesarlo es un acto de voluntad.
Llegaron a este establo después de un penoso y largo viaje.
Delimita dos mundos en este caso: lo interno o sagrado de lo externo o profano, lo real de lo irreal o transitorio.
El atravesarlo, supone la revelación de de nuestro Cristo interno, El nos recibe donde siempre ha estado esperándonos oculto en la CAVERNA de nuestro corazón.
“El que naciere de nuevo no puede ver el reino de Dios”.
Virgen o inmaculada es la palabra que se utiliza para definir a la Gran Madre en los cielos, el Alma del mundo que permaneciendo en la Unidad, es el origen de todo lo creado.
Padre Madre e Hijo reunidos en una Trinidad que es trina y una, como dice, y no explica, la religión católica o como se dice en los Vedas, los escritos más antiguos que conserva la humanidad:
Padre (Espíritu) Madre (Materia) e Hijo (la Mente en con sus siete peldaños o estados de conciencia) eran nuevamente Uno y el Hijo no había despertado aún para la nueva rueda (de la manifestación) y su peregrinación por ella.

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